Beneficios de correr a ritmo suave

¿Cuáles son los beneficios de correr despacio?

Correr despacio ofrece múltiples beneficios en cuanto a rendimiento, salud mental y física. A primera vista, podríamos pensar que solo los entrenamientos rápidos e intensos permiten progresar en running. Sin embargo, en este artículo, te daremos unos buenos motivos de incluir sesiones a ritmo moderado a tu rutina semanal.

 

¿Qué es correr lento?

Todos tenemos nuestro “ritmo suave” y este varía según varios factores como el nivel de práctica, el sexo o la edad de cada corredor, entre otros. A modo de ejemplo, los maratonianos más veloces del mundo corren sus sesiones a ritmo moderado a unos 15 km/h, mientras que los corredores principiantes oscilan entorno a 8-9 km/h.

Si quieres asegurarte de que estás corriendo a tu ritmo lento, intenta mantener la boca cerrada y respira solamente por la nariz o si estás acompañado, adopta un ritmo que te permita mantener una conversación con tu compañero/a sin perder el aliento.

Si cuentas con un reloj deportivo, un brazalete o una banda de frecuencia cardiaca, deberías encontrarte en la zona 2, es decir, por debajo del 70% de tu Frecuencia Cardiaca Máxima o del 65% de tu Velocidad Aeróbica Máxima de principio a fin de tu sesión. 

 

¿Qué ventajas tiene correr lento?

Si estás interesado/a en este tipo de sesión, pero aún no has dado el paso, a continuación, detallaremos las principales ventajas para darte ganas de probar: 

1. Correr más tiempo y más distancia que en entrenamientos rápidos, lo que contribuye aumentar tu volumen semanal de forma sencilla.

2. Disfrutar de un momento privilegiado contigo mismo contemplando la naturaleza o escuchando tus podcasts favoritos.

3. Compartir la sesión con tus seres queridos. Aunque ellos no sean corredores, pueden acompañarte en bici y compartir tu pasión por el running. 

4. Liberar endorfinas. Al cabo de 45 minutos de carrera, las llamadas hormonas de la felicidad se liberan y te hacen sentir muy bien. En ese momento, fluyen los pensamientos y se suelen iniciar reflexiones profundas.

5. Probar tu nutrición deportiva para futuras carreras. Antes de tomar nutrición deportiva (barritas, geles, hidratación, etc.) en competición o carrera, te aconsejamos probarla en entrenamiento para asegurarte que te sienta bien y que el sabor te agrade durante el esfuerzo.

6. Permitir una buena adaptación de tus músculos y articulaciones al esfuerzo. A través de entrenamientos suaves, los músculos se adaptan a los impactos y aseguran un menor riesgo de lesión y permite aumentar la resistencia, un aspecto fundamental si quieres correr distancias más largas como el maratón o una ultra. 

7. Desarrollar tu condición cardiaca favoreciendo el flujo cardiaco y disminuyendo la frecuencia cardiaca en reposo y durante el esfuerzo. 

8. Recuperar entre dos entrenamientos intensos. Las sesiones cortas y a ritmo moderado permiten disminuir las agujetas y optimizar el tiempo de recuperación lo que te permite volver a entrenar más rápido.

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